Jose Portas - Selección española
Temporada apretada. Muchos partidos y muchas lesiones en la selección española. Todo ello se agudiza en la parcela ofensiva del equipo. Villa llegará justo de tiempo y falto de forma a la cita. Fernando Torres ha tenido un mal año a nivel goleador en el Chelsea. Con Llorente y Soldado con buenas cifras pero extenuados por la cantidad de partidos, el ramillete de opciones se abre buscando el gol y la asociación necesaria en un equipo como éste. Yo propongo un nombre. Adrián López.
El delantero del Atlético de Madrid tiene una dilatada carrera en las categorías inferiores. Amparándonos en sus actuaciones con las selecciones del fútbol base español, Adrián debería ser uno de los pilares de la delantera campeona del mundo a medio plazo. Pero las emergencias de forma en la delantera roja y la magnífica evolución del asturiano hacen pensar que ya ha llegado su hora. Como nueve al uso, las prestaciones de Adrián se limitan a una función que no es la suya natural y que le acorta sus prestaciones. El delantero atlético es un jugador extraordinariamente inteligente, parece que sus pies son los que piensan en lugar de su cabeza. Su juego de espaldas es excelente, eligiendo siempre la mejor opción de pase y recolocación del equipo. Su movimiento interior en el área y entre líneas del equipo contrario suele sorprender a los entrenadores que no saben cómo pararle.
Algunos dicen que tiene poco gol. Si lo comparamos con Falcao, resulta cierto. Pero la tarea principal de Adrián no es la de marcar goles (algo en lo que va mejorando, acabará su temporada con más de 20) sino la de crear nuevos circuitos de conducción entre la mediapunta y la delantera, abrir el campo y facilitar la llegada del balón al verdadero ariete del equipo. Dispone, además, de unas grandes condiciones para jugar tanto en estático como en espacios. De hecho, ya tiene en su haber un par de goles maradonianos durante esta temporada. En el Calderón comparan su tren inferior con el del Kun Agüero y dicen que no habían visto tanto talento nacional desde que se marchó Kiko. La aceleración de Adrián con el balón en los pies es sobresaliente.
Cuesta pensar en recambios en una España con galones como para respetar a aquellos que ganaron batallas pasadas. Pero no por ello hay que dejar pasar la oportunidad de contar con un jugador sobradamente preparado y que, por sus cualidades y por su posición, ha aparecido en el mejor momento. Con un nueve de referencia o como falso ariete llegador, Adrián tiene hueco. Del Bosque ya ha jugado muchos partidos con uno o ningún delantero. En una selección tocada por las circunstancias, prescindir del asturiano podría ser un lujo que España no está en condiciones de asumir.