José Manuel Portas - Análisis
Pocos entrenadores han ganado tanto nombre y prestigio a
nivel mundial durante la última década. Joachim Löw cumple el perfil buscado
por muchos presidentes de grandes clubes de la élite. Moderno, con carácter,
trabajador, ofrece un fútbol vistoso y ofensivo. Un auténtico caballero del
fútbol, generoso en el trato y exigente con sus jugadores. Tras una amplia
carrera como futbolista y entrenador, Löw cumple ya seis años como
seleccionador de Alemania. Su trayectoria ha sido bastante buena pero le falta
alcanzar la cima. Un título. ¿Será este verano en Ucrania-Polonia?
Como jugador, Löw
fue un delantero de los que leen muy bien los partidos. Móvil y resolutivo con
ambas piernas, nunca llegó a participar con la selección absoluta aunque sí que
vistió la elástica de la sub21 en cuatro ocasiones. Su carácter aventurero le
llevó a jugar en el Stuttgart, Karlsruher, Eintracht Franfurkt, Friburgo (en
dos ocasiones) y en Suiza, donde se retiró de la práctica del fútbol en 1994 a
causa de una gravísima lesión.
Mostrando ya desde
el principio su voluntad de entrenar, Löw comenzó a frecuentar los banquillos
cuando aún no había colgado las botas. En los clubes suizos del Winterthur y
Frauenfeld comenzaría su andadura antes de volver a Alemania como ayudante de
Rolf Fringer en el Stuttgart. Tan solo tardaría una campaña en conseguir el
puesto como primer entrenador y formar un buen bloque con el que ganaría la
Copa de Alemania y jugaría una Recopa de Europa.
En 1998, Joachim
Löw iniciaba su aventura internacional en los banquillos en lo que fue sin duda
su período menos fructífero en cuanto a resultados. Seis temporadas entre
Turquía y Austria con un año entre medias en el Karlsruher en las que Löw se
vio afectado por malas clasificaciones, descensos, insolvencia económica de
clubes, etc. Sin embargo, su vida cambiaría en agosto de 2004 cuando Jürgen
Klinsmann fue nombrado seleccionador de Alemania.
El mítico delantero
de melena rubia no tuvo ninguna duda al llamar a Löw y querer incorporarle al
cuerpo técnico alemán. Conocía bien su obsesiva capacidad de estudio del
fútbol, su valentía y sus ganas de triunfo. Todo ello, junto al carisma del
bueno de Jürgen, formó durante dos años un tándem que resultó icónico en su
país. Alemania afrontaba su Copa del Mundo algo insegura por el cambio
generacional al que estaba siendo sometida; sin embargo, los jugadores
respondieron con un fútbol alegre, rápido y ofensivo que enamoró al público
local. Juventud, goles, nuevas apariciones…a los germanos sólo les pararía
Italia en unas semifinales disputadísimas. Un tercer puesto para los dos
entrenadores que simbolizaban estética y futbolísticamente a la nueva Alemania.
El dúo se rompería
tras la Copa del Mundo, cuando Klinsmann decidió no renovar su contrato. Löw se
hacía cargo del trasatlántico alemán con el objetivo de brillar en la Eurocopa
de 2008. Adoptó una tendencia continuista en la selección, cuidando a los
expertos baluartes e incorporando gradual pero firmemente a los nuevos valores
teutones. Alemania consiguió unos muy buenos números en la fase de
clasificación y llegaba a la competición continental con grandes sensaciones.
Durante la competición, Löw aumentaría su ya de por sí notoria fama al ser
expulsado por Mejuto González, marcharse del campo con su colega austríaco,
también expulsado, y terminar comentando el partido con Angela Merkel. La gran
actuación alemana en el torneo no pudo refrendarse con una victoria al perder
la final ante una brillante España.
La fase de
clasificación para la Copa del Mundo 2010 fue un mero trámite y la
participación alemana destiló grandes gotas de calidad y clase durante la
competición, goleando a Inglaterra y Argentina en octavos y cuartos,
respectivamente. El ogro español volvió a cruzarse con Alemania, esta vez en
semifinales, y le dejó sin premio. Los germanos pagabas así su cuota de
juventud.
De cara a esta
Eurocopa 2012, Löw sabe que está ante una de las grandes oportunidades de su
carrera. Tiene un equipo joven pero experimentado. Alemania está armada con
jugadores que se conocen perfectamente dentro de un bloque muy bien engrasado,
con una férrea disciplina, un gran sacrificio y la calidad y el toque como
armas ofensivas principales. La generación está claramente en un momento al
alza, difícilmente las acciones del equipo alemán podrían ser más punteras. En
el país germano saben que si mantienen el nivel de juego de las últimas
competiciones y el talento continúa apareciendo, estarán seguramente en las
últimas rondas. Y confían en el desgaste español y en la cabeza de Löw. Carisma
y atrevimiento en el banquillo para retornar al fútbol alemán a la cima de
Europa. Joachim acepta el reto.
José Manuel Portas (@JosePortas)
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