"Pónganse a correr, que yo jugaré al fútbol" esa es la teoría con la que podríamos resumir la gran final que hemos vivido hoy. Con Pirlo anulado en todas sus vertientes, exceptuando algunos vestigios de su innata calidad y Balotelli desesperado con el marcaje que Ramos ya le hizo en el primer partido de la competición, España dejó para el final todo su repertorio para deleite del mundo del fútbol.
Prandelli se apresuró a cambiar el esquema táctico en el segundo tiempo ante una "Gli Azzurra" desconocida y más después de destrozar al rodillo alemán. Únicamente "Talentino" Cassano logró alguna genialidad de las suyas pero Italia volvió al catenaccio tras la negativa de la pelota de acabar en sus pies, y su único peligro llegaba a balón parado y por juego aéreo. Casillas estuvo sublime y seguro en todas sus intervenciones.
Xavi Hernández e Iniesta lograron volcar y transmitir su juego en los dichosos "huecos" que hasta ahora se les habían cerrado. Así, tenemos el ejemplo del primer gol, donde un pase milimétrico más bien digno de un cirujano que de un deportista, habilitaba a Fàbregas para que este con rozara la línea de fondo, centrara y David Silva en carrera cabeceara el esférico por toda la escuadra de Gigi Buffon. El gol del canario es una obra de arte y dificílisimo en su ejecución.
La tónica del partido poco cambió y como si de una competición de "a ver quien la tiene más larga", Xavi dio otro pase milimétrico ( este, un poco más espectacular ) a Jordi Alba para que cruzase la pelota por delante del guardameta italiano. Minuto 40 y el espectáculo acababa de empezar. Justa recompensa para el lateral de la selección como colofón a su sobresaliente Eurocopa.
El segundo tiempo fue un monólogo de los de Del Bosque aún más si cabe. Una Italia derrotada bajaba los brazos ante una superioridad aplastante de la campeona del Mundo. Prandelli dio entrada a Di Natale, para colocarse como segundo punta junto a Super Mario Balotelli, pensando un poco en aquel partido inicial de la Eurocopa. No le funcionó al técnico italiano. Pero ojo, delante tenían a la mejor selección de la historia del fútbol, es normal. Italia hoy ha sido el campeón de la llamada "otra liga".
Tuvo que ser a raíz de la salida de Torres cuando el partido se revolucionó de nuevo. Nada más salir al campo, pase magistral, de nuevo al hueco y Fernando que cruza el esférico a Buffon. Sentencia a una final de color rojo puro. No queda ahí la intervención del delantero del Chelsea, ya que con un pase al más puro estilo "Michael Laudrup" cedía para que Juan Mata se marchase camino a los Juegos Olímpicos con un gol en su ficha personal y con un buen sabor de boca tras disputar apenas 8 minutos en toda la Eurocopa.
Las lágrimas de Pirlo o Balotelli tras concluir el encuentro no hacen justicia a unos jugadores que nos han entusiasmado y emocionado durante esta competición. El pasillo de la selección española a los subcampeones, sí. Digna justicia hablada desde la perspectiva de un campeón del mundo, excelente papel de los italianos que reaparecen en la faceta europea tras una temporada fuera de mercado.
Hoy me cuesta creer que Wayne Rooney, Wesley Sneijder, Yohan Cabaye, Arshavin, Lewandoski, Karagounis, Rosicky, Cristiano Ronaldo, Ozil, Benzema, Shevchenko, Robbie Keane, Luka Modric, Krohn-Dehli o Ibrahimovic no hayan vibrado con LA ROJA! Me cuesta creer que los propios Italianos no hayan vibrado con LA ROJA! Me cuesta creer que alguien no lo haya hecho! Es una oda al fútbol, una poesía de buen gusto escrito por el mismísimo gen español, el gen de la victoria, el gen que caracteriza a esta selección. Gracias España, Gracias Pirlo, Gracias Xavi, Gracias Fútbol!
Canten conmigo: Lo, lo lo lo lo, lo, lo lo lo lo lo lo..... ( Seven Nation Army está de moda! )
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